Diez hábitos de los cuales se podrían decir que son las “reglas de oro”
para perder kilos de forma saludable, mostrar un lindo cuerpo… ¡Y
mantenerlo!
1) Elegí una actividad física que guste
Que resulte divertida es la clave para poder sostenerla en el
tiempo. Empezá de a poco si sos sedentaria y, en lo posible, con el
asesoramiento de un instructor o profesor. El movimiento va de la mano
de la buena alimentación, son los dos pilares esenciales.
2) Mimate a diario
Pensá que la salud necesita del cuidado de todos los días, no sólo
de los últimos meses del año, cuando se acerca el “calorcito”.
3) Nada está prohibido
Hay alimentos más y menos convenientes. Tenés que saber elegir y
poner en práctica la flexibilidad, sin ser rígida ni permisiva. Te podés
programar un “gusto” por semana en la etapa de descenso (más en la de
mantenimiento). Si seguís las pautas cotidianas de alimentación y
ejercicio, no influirá negativamente en los resultados que muestre la
balanza.
4) Tomá mucho
Incorporá abundante cantidad de líquidos sin calorías a lo largo del
día (no menos de 2,5 litros) y en cada comida. Empezá cada almuerzo y
cena con un tazón de caldo o sopa de verduras, u otro líquido en los
días de calor.
5) Olvidá la “dieta”
Focalizá en el cambio progresivo de hábitos alimentarios y estilo de
vida. Si lo tomás como un proceso de aprendizaje, podés bajar la
ansiedad y hacer un tratamiento paulatino pero con continuidad.
6) ¡Acordate de las verduras!
Empezá el almuerzo y la cena, después del caldo, con un plato
abundante de verduras (de todos los colores) crudas o cocidas. Te da
mayor valor de saciedad y sirve para achicar el tamaño de las porciones.
7) Distribuí las comidas
Tiene que haber, como máximo, tres horas entre cada una. Colabora en
la aceleración del metabolismo, el mayor gasto de calorías y la
regulación del nivel de hambre. Hacé las cuatro comidas principales
(dándole mucha importancia al desayuno) y dos colaciones.
8) No te olvides de las proteínas
Las magras (no acompañadas de grasas) están en los lácteos (leche,
yogur y queso) descremados, carnes rojas y blancas desgrasadas y huevo.
Aumentan el gasto metabólico, brindan sensación de plenitud (te sentís
“llena”) y hacen que se quemen más calorías.
9) Sí a las frutas
Incluílas como colaciones (para comer durante el día, cuando tenés
hambre) y como postre. Cuanto más variadas, mejor. Sumá al menos tres
unidades diarias.
10) Entrenate en el “comer conciente”
La mayoría de nosotros no presta atención a la calidad ni a la
cantidad de lo que come, somos “consumidores automáticos”. Pero podés
cambiarlo: tomate el tiempo necesario, disfrutá de las comidas, masticá
más, usá cubiertos y evitá mirar la TV o la computadora. Así, registrás
la saciedad.
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